17/2/07

Amor 90 - N.L.

Esa mañana ella se levantó con una extraña sensación en el estómago. Era el día R, el día del reencuentro, el día que finalmente se encontraría con él. Hacía más de un mes que no se veían y deseaba volver a verlo.

Desayunó tranquilamente, mientras leía los diarios. Finalmente, los hizo a un lado y se dejó llevar por sus pensamientos, no lograba concentrarse.

"¿Habrá conocido a alguien mientras estuve ausente?"- pensaba.
El café se enfriaba en su taza, mientras ella la sostenía entre sus manos. Con el ceño fruncido, dejó la taza en la pileta de la cocina y tiró las tostadas con mermelada a la basura.

Eligió un traje de pantalón y chaqueta con una blusa roja para ir a trabajar. Se subió al subte y la gente la arrastró hasta el centro del vagón. Ella seguía sumida en sus pensamientos.

"Bueno, tal vez no venga. Seguro que si no se presenta es porque conoció a alguien".

Salió a la superficie, el ambiente del subte era totalmente sofocante. Realmente se estaba volviendo un poco misántropa, la gente le molestaba un poco. Caminó las 3 cuadras que la separaban desde la estación del subte hasta su trabajo con velocidad y moviendo la cabeza, mientras imágenes se le cruzaban por su mente.

"Ahora, a trabajar, olvidémonos de él un poco". - murmuró entre dientes, mientras arreglaba los papeles sobre su escritorio.

Igualmente las imágenes se le colaban, mientras hablaba por teléfono o atendía a alguien demasiado pesado. Algunas veces, sus compañeros la llamaban y ella bajaba desde la luna y se preguntaba sobre que le hablaban...

La hora del almuerzo fue francamente penosa. Rechazó un par de invitaciones a comer, sabía no que se concentraría en ninguna conversación, que nadie iba a entender porque iba a estar como ausente, y que no podía contarle a nadie que hoy lo vería.

Se sentó sola, mejor dicho, sola con sus pensamientos. Otro solitario como ella la miró fijamente durante la media hora que duró la comida. Ella le lanzó un par de miradas desdeñosas que el sujeto ignoró totalmente. Se acercó y se sentó sin permiso en la silla vacía que había frente a ella.

- ¿Tenés ganas de hablar? ¿Querés salir a cenar esta noche conmigo?- le dijo a modo de saludo.

El tipo no era feo, alto, lentes de montura de oro, un traje oscuro con una corbata color claro, en colores contrastantes. Ella lo miró fijo y volvió a mirar su plato casi lleno.

Él entendió el mensaje, se levantó y salió del restaurante sin mirarla.

Pagó y se fue. El encuentro de esa noche llenaba todo su universo, todos sus pensamientos. Deci &dió que se pondría lo que siempre usaba cuando lo veía. Esa ropa le daba seguridad.

Las horas hasta la salida fueron eternas, la excitación aumentaba, las manos le sudaban y por último mintió diciendo que se sentía mal y se fue.

Caminó hasta su casa, de cualquier manera no quedaba muy lejos. Compró un ramo de flores para alegrar el departamento y algo ligero para comer mientras lo esperaba.

Ya eran las 5 de la tarde, faltaban casi 4 horas para el encuentro. Decidió tomarse un largo baño perfumado. Las sales de baño la relajaron, mientras se lavaba el cabello con ese champú que aseguraba le dejaría el "pelo con un brillo sexy".

Se puso su bata, y mientras se peinaba, comió un sándwich y bebió un poco de agua mineral.

- "El maldito reloj va muy lento"- pensaba, mientras se recostaba en la cama y descansaba un poco para estar totalmente lúcida en el encuentro. Se durmió una hora. Eso la ayudó para despejarse. Decidió que era la hora de vestirse.

Se perfumó entera con esa fragancia que sabía que a él le gustaba, "Fidji", y se puso el audaz camisón de raso color champagne que a él lo excitaba.

Sirvió dos copas de vino blanco, un chablis bien frío. Y después prendió las velas de los candelabros que adornaban la mesa de la sala. Bajó las luces y bebió un par de copas de vino para entonarse.

Miró el reloj, faltaban escasos minutos para las nueve de la noche.

- "Bueno, hora de prepararse"- murmuró para sí.

Oyó un pequeño golpecito. Allí estaba él... Lo saludó y él le respondió con un beso.

- Amor, te extrañé un montón - le dijo ella, mientras lo invitaba a un chat...

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